martes, 18 de octubre de 2011

The Wren nights


El vacío de la noche, la densa oscuridad y la primera lágrima que se desliza sobre mi rostro, mi corazón se encoge y el dolor se hace presente con cada respiro. Mi mente se perturba con tus recuerdos y mi cuerpo se arropa en la esquina de una cama fría y solemne, dónde en su día se desataron las mas lujuriosas pasiones. 




Dejo caer mi mano, sobre las sábanas buscando así, la presencia de tu alma, que  me envolvía en ese cálido abrazo y me protegía de mis propios miedos, esos a los que tememos hacer frente, por pavor a descubrir quienes somos realmente.
Mi cuerpo ya sin fuerzas, abatido por el sufrimiento se deja caer y entre la lucha unificada de la realidad y sueño, agarro el cojín con rabia y ternura, recreando así las dimensiones de tu cuerpo y en la soledad de la noche, envuelta en llantos, poco a poco mis ojos llegan a su final, derrotados por el amor que decidió salir a la luz, emergiendo a través de un mar embravecido, para alcanzar el punto más efímero en tu último beso al amanecer.




Nuwanda Mac Brádaigh Ó Faoláin.

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